Beber agua mientras conduces: ¿te puede multar la DGT?
Con la llegada del verano y las altas temperaturas, es común buscar formas de mantenernos hidratados mientras estamos al volante. La hidratación es esencial para mantener la concentración y evitar los efectos del calor, como la fatiga, la somnolencia y la disminución de reflejos, que pueden aumentar considerablemente el riesgo de accidentes. Sin embargo, surge una pregunta importante: ¿puede la Dirección General de Tráfico (DGT) multarte por beber agua mientras conduces?
En este artículo analizamos lo que dice la normativa de tráfico sobre beber al volante y qué situaciones pueden llevar a una sanción.
Una buena hidratación es fundamental
Mantenerse correctamente hidratado es clave para evitar síntomas como el dolor de cabeza, la debilidad muscular y la falta de concentración, especialmente durante largas jornadas de conducción o en días de calor extremo. Los expertos recomiendan beber agua con frecuencia, pero en pequeñas cantidades y evitando el exceso de bebidas azucaradas o estimulantes como el café o el té, que pueden provocar un efecto contraproducente.
Estudios demuestran que la deshidratación puede afectar la conducción de manera similar a estar bajo los efectos del alcohol, ya que disminuye la capacidad de reacción y aumenta el riesgo de cometer errores al volante. De hecho, el Journal of Physiology ha señalado que los conductores deshidratados cometen el doble de errores que aquellos que están bien hidratados.
¿Es legal beber agua mientras conduces?
Aunque beber agua al volante no está prohibido de manera explícita por la DGT, existen normas dentro del Reglamento General de Circulación que pueden aplicarse en estos casos. Específicamente, los artículos 17.1 y 18.1 del reglamento establecen lo siguiente:
- Artículo 17.1: «El conductor deberá estar en todo momento en condiciones de controlar su vehículo».
- Artículo 18.1: «El conductor de un vehículo está obligado a mantener su propia libertad de movimientos, el campo necesario de visión y la atención permanente a la conducción, que garanticen su propia seguridad, la del resto de los ocupantes del vehículo y la de los demás usuarios de la vía».
De acuerdo con estos artículos, cualquier acción que pueda comprometer el control del vehículo o la atención del conductor puede ser objeto de sanción, incluso si se trata de algo aparentemente inofensivo como beber agua.
¿En qué situaciones puedes ser multado al beber agua?
Si bien beber agua mientras conduces no está prohibido como tal, todo depende de la interpretación que realicen los agentes de tráfico. Si el agente considera que el acto de hidratarte está interfiriendo con tu capacidad de prestar atención a la carretera o te distrae de la conducción, puede imponerte una multa.
Multas por beber agua conduciendo
La sanción por beber agua al volante puede ascender a 100 euros, aunque no implica la pérdida de puntos en el carnet de conducir. Esta sanción se justifica en los casos en los que se considera que el conductor no está manteniendo la libertad de movimientos o no tiene la atención necesaria para garantizar su seguridad y la de los demás usuarios de la vía.
Un agente de tráfico podría multarte, por ejemplo, si observa que beber agua te hace soltar el volante durante demasiado tiempo, apartar la mirada de la carretera o realizar maniobras bruscas que pongan en peligro la seguridad vial.
Entonces, ¿Te pueden multar por beber agua mientras conduces?
Aunque beber agua al volante no está prohibido de manera explícita por la DGT, puede ser motivo de sanción si interfiere con la atención o el control del vehículo. La normativa de tráfico establece que el conductor debe mantener la libertad de movimientos y una atención constante para garantizar la seguridad vial. Si un agente considera que beber agua está afectando tu capacidad para conducir de manera segura, puede imponerte una multa de 100 euros.
Para evitar problemas asegúrate de hidratarte de manera responsable y realiza pausas durante el trayecto para beber agua sin distracciones. Recuerda que la seguridad vial es una prioridad, y cualquier acción que pueda comprometerla debe ser evitada.